Hay caminos que se pueden y deben transitar, con buena brújula:
A. Transformar la orientación de un sistema destinado a un crecimiento económico por el solo lucro individual, hacia uno que se preocupa por el bienestar del mundo en su conjunto.
B. Trabajar por las poblaciones vulnerables y las naciones empobrecidas, para evitar la desaparición de la biodiversidad y por el bienestar común.
C. Crear un mundo donde todos vivan bien dentro de los límites del planeta:
Donde la política se informe de la realidad ecológica.
Donde las estadísticas revelen la necesidad prioritaria de cuidar los recursos naturales.
Donde las bolsas de valores monitoreen la demanda humana sobre el planeta, con la misma atención que hoy monitorean el mercado.
Donde los administradores utilicen los datos para manejar los recursos de una forma sustentable.
Donde los educadores estimulen una visión no competitiva para vivir bien y no para ganar más.
Donde los médicos consideren a la salud como una condición natural del ser humano y donde se promocionen nuevos hábitos alimenticios.
Donde los líderes proyecten una visión y un futuro positivo, lleno de oportunidades, en lugar de hablar de un mundo que no nos gusta.
Donde los diseñadores y planificadores, levanten ciudades que estén dentro de los límites ecológicos del planeta.
Solo al tomar en cuenta cuidadosamente los costos ecológicos, agotamiento de recursos, contaminación y destrucción del hábitat, podemos tomar decisiones de diseño y uso de materiales de una forma responsable y sustentable.
BIBLIOGRAFÍA
MINISTERIO DE EDUCACIÓN. El cambio climático y cómo transforma nuestras vidas. 2008. Pág. 12 - 30
No hay comentarios:
Publicar un comentario